Espero que estén tan emocionados como yo por lo que Dios está haciendo en nuestras vidas y en la próxima generación. ¿Cuántos de ustedes pueden sentir que Dios está en movimiento entre nosotros? ¡Amén! Dios está obrando maravillas y es crucial que tomemos una decisión hoy: dar el siguiente paso.
Es demasiado fácil venir a un servicio y seguir adelante sin cambios. Pero si hacemos eso, nos olvidamos de la grandeza de nuestro Dios. Él es el pan de vida, no debemos contentarnos con migajas. Debemos buscar su presencia, ser transformados y liberar todo el potencial que Él ha depositado en nosotros.
Recuerdo cuando me decían que tenía potencial, pero ¿saben qué es el potencial? Es lo que aún no hemos logrado, lo que está por ser realizado. No podemos conformarnos con menos de lo que Dios nos ha llamado a ser.
Hay una historia poderosa que quiero compartir con ustedes sobre un hombre llamado Bartimeo. Él vivió con limitaciones, pero tuvo que romperlas para convertirse en quien Dios lo creó para ser. A menudo, nos encontramos limitados por el miedo, la ansiedad, la duda o la falta de recursos. Pero no debemos permitir que estas limitaciones nos detengan.
Bartimeo nos enseña que debemos mantener nuestros ojos en Jesús. Cuando lo vemos pasar, debemos persistir en nuestras súplicas, sin importar lo que otros digan. Jesús nos está preguntando hoy: “¿Qué quieres que haga por ti?” Debemos pedir con fe y confianza, sabiendo que Él puede romper todas nuestras limitaciones.
Es hora de dejar de conformarnos con menos de lo que Dios tiene para nosotros. No podemos llevar nuestras limitaciones con nosotros cuando nos acercamos a Jesús. Debemos desecharlas y abrazar la transformación que Él quiere realizar en nuestras vidas.
Hoy, Jesús está llamando a cada uno de nosotros a dar el siguiente paso. Él nos está llamando a salir de nuestra zona de confort y confiar en Él para romper todas nuestras limitaciones.
No podemos conformarnos con ser lo que éramos cuando llegamos aquí. Debemos salir cambiados, transformados y listos para cumplir el propósito que Dios ha establecido para nosotros. ¡Es hora de liberar todo nuestro potencial y vivir en la plenitud de lo que Dios nos ha llamado a ser!
Recuperado de:
Desgrabación de la prédica de Terry Parkman de la Convención Nacional 2024