La plantación de Iglesias en el Nuevo Testamento Parte II

III. El ministerio de plantación de iglesias de Pablo

La figura central en la plantación de iglesias del Nuevo Testamento es el apóstol Pablo, por lo tanto, centramos nuestra atención en su actividad ministerial. Más que ninguna otra persona en la era apostólica, el apóstol Pablo llevó el evangelio al mundo gentil y estableció iglesias dondequiera que fue. El libro de Hechos concentra la segunda parte en su actividad misionera mientras la Palabra de Dios se extiende desde Judea y Samaria hasta lo último de la tierra.

  1. Pablo como misionero plantador de iglesias

Hechos registra tres viajes misioneros de Pablo y sus compañeros. El llamamiento de Pablo y su propósito era predicar el evangelio donde Cristo aún no hubiera sido nombrado (Ro. 15:20), y podemos aprender mucho de él al explorar su actividad, la estrategia y los métodos delineados en el Nuevo Testamento.

En Romanos 15:14-33 da su propio resumen de su ministerio de plantación. Allí menciona sus objetivos específicos. La meta de Pablo en su tarea evangelizadora era tanto la conversión inicial como el crecimiento espiritual de los
creyentes en Cristo. En los versículos 14-18 habla en términos del resultado de su ministerio, es decir, la conversión y el crecimiento de los gentiles. En los versículos 19 y siguientes, Pablo continúa hablando de los resultados de
su ministerio, pero ahora lo hace en términos geográficos. Como resultado del poder de Dios que obró a través de él, Pablo declara: “… desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo” (Ro. 15:19; pep…….a.; cf. Col. 1:25).

  1. La estrategia dominante de Pablo

Cuando se lee el registro bíblico desde un punto de vista misionológico, surge un patrón cuando Pablo se embarca en sus viajes misioneros. Las siguientes son observaciones generales sobre la estrategia de Pablo cuando llevaba el evangelio deliberadamente a los lugares y las personas que no habían sido alcanzados.

Pablo partía desde una base de operaciones

Pablo veía su misión como parte del plan estratégico primordial de Dios. Para llevar a cabo su papel en esa misión necesitaba tener una fuerte base de operaciones”. En diferentes aspectos, tanto Antioquía como Jerusalén sirvieron de base para su ministerio de plantación de iglesias. Ambas siguieron siendo importantes para Pablo mientras iba en sus viajes misioneros a las zonas de alrededor y al mundo. Antioquía era la ciudad que le enviaba; allí habían apartado a Pablo y a otros, y los habían enviado como misioneros (Hch. 13:1-3). Después de su primer viaje misionero, Pablo regresó a Antioquía y permaneció allí por un tiempo (15:30-33). Luego de su segundo viaje, regresó a Antioquía y pasó un tiempo allí antes de volver a salir por tercera vez (Hch. 18:22-23). Así que, cada uno de sus tres viajes misioneros comenzó en Antioquía (13:3-4; 15:35-36; 18:22-23)

Donald Senior y Carroll Stuhlmueller sugieren que, teológicamente, Pablo mantuvo lazos permanentes con Jerusalén, más que con Antioquía, como base para su misión.

Pablo intentaba alcanzar las provincias

Desde sus bases Pablo comenzó sus giras misioneras. Al examinar sus viajes se puede ver un patrón evidente en la ubicación de su actividad evangelizadora. Pablo redujo su enfoque para trabajar en una zona más pequeña que
el mundo entero. Kane ha observado a partir de los textos bíblicos que Pablo trabajó principalmente en cuatro provincias: Galacia, Asia, Macedonia y Acaya41. Kane atribuye el éxito de Pablo a su enfoque en plantar iglesias en esas provincias: “Su objetivo no era simplemente cubrir territorio, sino plantar iglesias.

El ministerio de Pablo a las provincias sirvió para hacerle avanzar en su objetivo misionológico mayor.

Pablo se enfocaba en las ciudades y los centros urbanos

Para alcanzar las provincias Pablo redujo su enfoque aún más. Eligió ciudades específicas que lo ayudarían a lograr su objetivo de extender rápidamente el evangelio por el mundo44. Al cumplir con su llamamiento a Macedonia (Hch. 16:10) se concentró en Filipos, “la primera ciudad de la provincia” (Hch. 16:12) y Tesalónica, “donde había una sinagoga de los judíos” (Hch. 17:1)

¿Qué hizo que Pablo escogiera esas ciudades? Allen observa cuatro características de las ciudades elegidas:

  1. Eran centros de la administración romana,
  2. Eran centros de la civilización griega,
  3. Eran centros de influencia judía,
  4. Eran centros de comercio

Ian Howard Marshall ve la forma en que Pablo elige las ciudades como evidencia de su selección estratégica. Observa que de las cinco ciudades principales del Imperio romano de su época, Pablo visitó cuatro y se detuvo
también en otras ciudades importantes. Este hecho le sugiere a Marshall que Pablo vio en las ciudades la importancia que suponían para lograr sus objetivos. Para poder alcanzar la región, debía llegar primero a esas ciudades estratégicas.

La idea clave de su estrategia al alcanzar esas ciudades era que desde esos centros, las zonas de alrededor recibirían las buenas nuevas. Estas ciudades estratégicas sirvieron como trampolín para el mensaje del evangelio Kane explica:

Pablo no tuvo nunca la intención de predicar en cada ciudad. Eso no era posible, ni conveniente. Él estableció iglesias misioneras en los centros de población más importantes y estos, a su vez, se involucraron en el “evangelismo de saturación” en sus propias zonas.

Pablo dejó la tarea de llegar a esas zonas aledañas a los que había alcanzado o quizá a otros misioneros51. David Bosch resume la estrategia de Pablo de la siguiente forma:

Él escoge ciudades que tienen un carácter representativo. En cada una pone el fundamento para una comunidad cristiana, claramente con la esperanza de que, desde esos centros estratégicos, el evangelio se extendiese por los campos y las ciudades de alrededor.

  1. El método de plantar iglesias de Pablo

Además de lo que se puede observar sobre la estrategia de Pablo para llegar a regiones no alcanzadas, un análisis de la información de Hechos muestra también un patrón de actividad que siguió en cada lugar donde ministró. Los siguientes son elementos de la metodología paulina.

Pablo buscó foros abiertos para el mensaje

Aunque hay pocas dudas de que Pablo se involucró en la evangelización personal (Hch. 16:14, 31) y “casa por casa” (Hch. 20:20), su estrategia principal para evangelizar era encontrar un foro abierto donde predicar. Aparte de la
proclamación del evangelio, no había otro medio de salvación54. Por lo tanto, buscó todas las ocasiones y foros posibles para predicar. Pablo incluso intentó sin éxito en Éfeso, pero con éxito en Jerusalén, utilizar los disturbios del pueblo como ocasiones para predicar a la multitud (Hch. 19:30-31; 21:39-40).

Su foro más común, el que estaba más fácilmente disponible y desde el que solía empezar casi siempre Pablo, era la sinagoga. Robert Garrett comenta:

Ya hemos observado que una de las características de las ciudades que Pablo elegía era su influencia judía. En cada una de estas ciudades empezó en la sinagoga (Hch. 13:5, 14; 14:1; 17:1-3; 18:4, 19). Pablo tenía razones teológicas para empezar en la sinagoga (Ro. 11:13), pero también estratégicas. Pablo veía en la sinagoga un punto de predicación preparado; uno que le estaba abierto debido a su trasfondo rabínico y su estatus en la sinagoga.

Pablo predicó a personas receptivas

Una razón, al menos, de que Pablo empezara en la sinagoga era que le ofrecía una audiencia para su mensaje. Otra razón podría ser que los asistentes a la sinagoga tenían más posibilidades de ser receptivos al evangelio. La sinagoga proporcionaba una “posibilidad única” y la mejor oportunidad para que Pablo difundiese el evangelio en su contexto. Tenía una audiencia lista entre los judíos y cuando estos rechazaban su mensaje, los prosélitos y los temerosos de Dios respondían.

En varias ocasiones, cuando los judíos se opusieron al evangelio, Pablo se volvió a los gentiles (Hch. 13:45-48; 18:6-7; 19:9; 28:23-29). Pablo dejó en claro que no seguiría predicando a la gente que rechazaba el mensaje. Kane describe el razonamiento del apóstol:

Él creía que todos los grupos étnicos tenían derecho a escuchar el evangelio y lo predicaba con mucho gusto; pero si ellos, rotunda y consistentemente rechazaban el mensaje, no tenía ningún sentido seguir predicándoles. Mejor era moverse a otro grupo que respondiese.

Pablo estableció iglesias

Pablo no creía que su tarea de predicar el evangelio estaba acabada hasta que se había establecido una iglesia61. Paul Bowers comenta: “Pablo veía su misión como más que la proclamación del evangelio y la conversión de individuos; a través de estos esfuerzos y más allá, él entendía su papel misionero en relación con el establecimiento de comunidades estables de creyentes”. Bowers ve que la definición de Pablo de “proclamar el evangelio” no solo incluía predicar, sino también “toda la secuencia completa de actividades que daba lugar a iglesias establecidas”.

  1. La importancia de la salud de la iglesia en la estrategia de plantación de Pablo

Conviene incluir aquí unas breves palabras sobre la importancia de la salud de la iglesia para el ministerio de plantación de Pablo. Uno puede ver en el registro del Nuevo Testamento que estableció iglesias dondequiera que llevó el evangelio y que dejó esas iglesias después de verlas establecidas.

Pablo vio ese ministerio constante como necesario en su estrategia evangelizadora de hacer discípulos. Pablo no
concebía su misión como exitosa si los convertidos creían al principio en el evangelio y luego se apartaban. Su trabajo era en vano a menos que los convertidos perseveraran en la fe (1 Ts. 3:1-10). Por consiguiente, sus epístolas eran parte de su trabajo misionero, escritas para animar a los creyentes a continuar en su nueva fe”.}

A Pablo no solo le preocupaba la conversión inicial de los creyentes o plantar una iglesia. Él quería asegurarse de que los convertidos crecían en madurez en Cristo y que sus iglesias se mantenían saludables. De la misma forma que la tarea de evangelizar no estaba completa hasta que los creyentes nuevos se reunieran en nuevas iglesias, la tarea de plantar iglesias no estaba completa hasta que esas iglesias crecieran en madurez espiritual. En el Nuevo Testamento, la salud de la iglesia iba de la mano con la plantación de iglesias.

  1. La tarea pendiente

En el siglo I, después de la resurrección de Cristo, el evangelio se extendió por toda Jerusalén, Judea y Samaria, y las iglesias empezaron a plantarse en los lugares más lejanos de la tierra. Al mismo tiempo, el Nuevo Testamento no presenta una tarea terminada, sino iniciada. Queda trabajo por hacer y quedará hasta que el evangelio sea predicado en todo el mundo (Mt. 24:14). El Nuevo Testamento revela que la tarea de plantar iglesias no está terminada todavía y que los creyentes deben continuar proclamando el evangelio y plantando iglesias saludables dondequiera que estén y entre las personas no alcanzadas del mundo.

Conclusión

El libro de Hechos termina con la historia inconclusa. Lucas registra que Dios trabaja todavía y la Palabra continúa avanzando, pero deja la historia con un final abierto (Hch. 28:31). El punto de Lucas parece ser que Dios ciertamente fortalecerá la difusión del evangelio y establecerá su iglesia, pero la tarea sigue incompleta. Hechos 29 queda por escribirse a medida que otros discípulos, como testigos de Cristo, toman la tarea de evangelizar hasta lo último de la tierra.

Las enseñanzas de Jesús sobre la cosecha (Mt. 9:37-38; Lc. 10:2) nos recuerdan también la tarea pendiente. Además de recoger la cosecha, el papel de los cosechadores incluye la oración al Señor de la mies para que busque más obreros y los envíe a los campos. Hoy todavía queda trabajo por hacer. Mientras Dios sigue haciendo madurar los campos de la cosecha y hace que la gente esté receptiva al evangelio, nos llama a ser obreros en su campo y a orar por más obreros.

La Gran Comisión nos recuerda además que el mandato de llevar el evangelio a las naciones no está terminado. Un análisis de la plantación de iglesias en el Nuevo Testamento no está acabado hasta que reconozcamos que Dios todavía desea que vayamos con el evangelio y plantemos iglesias nuevas y saludables. Mientras haya gente que no conoce el nombre de Cristo, nuestra tarea continúa.

 

RECUPERADO de   https://mejoresiglesias.org/la-plantacion-de-iglesias-en-el-nuevo-testamento-parte-ii/