Por: Osvaldo Carnival.
Espero que hayan podido empezar el año de la mejor manera. Una buena manera de empezar es Soñando
Oí una vez decir a alguien “Dime el tamaño de tus sueños y te diré el tamaño de tu Dios”. En mi interior dije es verdad, si mi Dios es grande los sueños deben ser grandes. En mi congregación tenemos un lema “Empieza pequeño, sueña en grande”.
Cuando hablamos de los sueños suele encenderse automáticamente en cada persona esa flama de la pasión que procura entusiasmarnos, pero muchas veces ese entusiasmo se apaga y no queda nada. Ejemplo de ello hay montones, y la mayoría aparecen a comienzo de año, como: “comienza el año y empiezo la dieta”, “el año que viene termino este estudio académico” o compromisos que se hicieron con Dios en momentos de encuentro con Él y luego todo quedo en ese simple momento. Es decepcionante ver que pasado el tiempo, todo quedo en la nada. ¿Cuál es la causa de que no se logre nada? Es la falta de determinación.
La determinación es la actitud que, a pesar de todo, hace que sigamos adelante con la resolución.
En Jueces 5:15 Caudillos también de Isacar fueron con Débora; Y como Barac, también Isacar Se precipitó a pie en el valle. Entre las familias de Rubén Hubo grandes resoluciones del corazón. 16¿Por qué te quedaste entre los rediles, Para oír los balidos de los rebaños? Entre las familias de Rubén Hubo grandes propósitos del corazón.
El texto bíblico va a indicar que la Tribu de Rubén no participo de las guerras. Algo hizo que la tribu de Rubén se volviera atrás, ya que había recibido con entusiasmo la noticia de ser parte. No se dan las razones por las cuales se negaron a ayudar a sus compañeros israelitas, pero quizás sean las mismas que los detuvieron al principio cuando debían expulsar a los cananeos. Rubén fue una de las tribus que hizo resoluciones, pero no las llevó a cabo. Tenía propósito pero no los cumplió. No es que no tenía, tenía, pero falló.
Siempre que se sueñe con algo existe un proceso de dos pasos: primero decidir qué hacer y segundo determinar hacerlo.
Sin embargo, muchas veces hay obstáculos que deben ser removidos para avanzar en los sueños.
El primer obstáculo está vinculado a responder la pregunta: ¿Qué debemos resolver? Hay cosas en la vida personal que debemos darle conclusión o enfrentarlas con el fin de ser victoriosos y que nos permitan avanzar. Porque muchas de esas cosas son las que impiden que avancemos espiritualmente y seamos determinantes con los sueños que queremos alcanzar.
Es importante tener en cuenta que sin resoluciones, no hay cambios.
Aún es necesario enfrentar esas cosas que no queremos reconocer o hablar, pero que sabemos que están allí, porque tapar los síntomas de los obstáculos a resolver no hará que el obstáculo desaparezca sino que solo será una medida momentánea que no llevará a nada. Esos síntomas son alertas de que algo hay que resolver y se necesita averiguar qué y hacerlo.
El segundo obstáculo para el obrero es establecer las prioridades. No está de más decir que Dios es lo primero en la vida del pastor, pero luego le sigue la familia pastoral. Familias sanas son el testimonio de la iglesia. Pablo le dijo a Timoteo que busque ancianos para la obra y en sus características que tengan como prioridad a la familia
(1 Timoteo 3:4-5). Como ministros de Dios debemos cuidar el matrimonio y los hijos, Porque algo que la historia humana nos enseña es que el mundo se acuerda de su familia, cuando ya no la tiene y los llora cuando ya es tarde. Lo segundo en importancia es el ministerio, es la acción proactiva de evangelizar, de hacer discípulos, de ayudar a que la iglesia crezca. Cada ministro de Dios tiene que centrarse en la obra de Dios, es por eso que como familia de la Unión de las Asambleas de Dios nuestro deseo es plantar más iglesias como nunca antes porque entendemos que esa es la visión que Dios nos dio y ese es el compromiso que tomamos cuando le dijimos que SI al Señor.
Una vez decidido todo esto, se necesita bajar los sueños a una hoja de ruta para que sea una acción y no solo una expresión de deseo. En esa hoja de ruta se materializaran que hábitos debemos desarrollar para alcanzar los sueños que Dios nos ha dado, y será necesario apuntar metas y objetivos que ayuden en el plan.
Como institución Unión de las Asambleas de Dios nuestro sueño es duplicar la cantidad de iglesias en todo el territorio argentino, es por eso que comenzamos con lema:
MÁS IGLESIAS.
Es por eso que mi desafió es motivarte a que puedas subir la vara como ministro de Dios, que puedas tomar la resolución de alcanzar cosas nuevas en cada área de tu vida. Ir por nuevos desafíos es lo que nutre y alimenta el sueño, es lo que hace crecer a la iglesia. Porque no hay otra manera de crecer si no subimos la vara, hay una frase que dice “Lo alcanzado ya no es meta”.
En la oficina del evangelista Oral Roberts había un cartel que decía “Aquí no se hacen planes chicos”, es tiempo de volver a hacer oraciones osadas, oraciones que sean proféticas, oraciones que produzcan milagros, oraciones alineadas al corazón de Dios para hacer grandes cosas. Es la temporada de animarse nuevamente a salir a evangelizar, de plantar por primera vez una iglesia o plantar el doble de iglesias que plantaste en el pasado, enviar un misionero; vos sabes que es lo que Dios te está desafiando. Es tiempo de determinarse a hacer la obra junto a la ayuda sobrenatural del Espíritu Santo.
RECORDÁ SIN RESOLUCIONES NO HAY CAMBIOS.
Osvaldo Carnival