Una perspectiva desde la Gran Comisión
Hoy se están plantando en el mundo más iglesias que en cualquier otra época en la historia del cristianismo. A pesar de estos hechos algunas personas no están convencidas de la necesidad de plantar iglesias.
Para abordar este problema comenzaremos definiendo qué es la plantación de iglesias. Después enfocaremos nuestra atención en las razones por las cuales debemos plantar iglesias.
- Descripción de la iglesia
En el Nuevo Testamento, la iglesia es presentada como cuerpo de Cristo (1 Co. 10:16-17; Ef. 1:22-23), congregación de los santos (1 Co. 1:9), pueblo de Dios (1 P. 2:9; Ro. 9:25), sacerdotes de Dios (1 P. 2:9) y organismo vivo (1 Co. 12:12-31)
El Nuevo Testamento también aporta ejemplos o modelos de iglesias. Al estudiar la naturaleza y las actividades de la iglesia en Jerusalén aprendemos mucho sobre las funciones de una iglesia cristiana. De Hechos 2:40-47 podemos concluir que una iglesia es un grupo de creyentes que han respondido al mensaje del evangelio (v. 41), han sido bautizados (v. 41), permanecen firmes en la doctrina de los apóstoles (v. 42), comparten con otros (v. 42), oran (v. 42), celebran la Cena del Señor (v. 42), preservan la unidad (v. 44), ministran a los necesitados (v. 45), se reúnen para alabar a Dios (v. 47) y comparten el mensaje de salvación (v. 47).
El modelo de la iglesia de Antioquía presenta un desafío a las iglesias de hoy. Esta iglesia comprendió el profundo deseo de Jesús de alcanzar a todos los grupos culturales y subculturales con el evangelio. Primero, hicieron todo lo posible por alcanzar a su propio grupo, alcanzaron a los griegos que vivían en su ciudad y luego enviaron misioneros a proclamar el mensaje de salvación en el mundo conocido de ese tiempo. En Antioquía encontramos el modelo de una iglesia que se esforzó por cumplir la Gran Comisión.
De la iglesia de Jerusalén podemos aprender las funciones esenciales de una iglesia neotestamentaria. De la de Antioquía podemos aprender lo que se necesita para cumplir la Gran Comisión. Podemos concluir que una iglesia puede ser un grupo grande o pequeño de creyentes, con o sin edificio, con líderes que tienen una educación formal o que no la tienen, con estructuras de organización muy elaboradas o sencillas. En otras palabras, hay muchos tipos de iglesias y no debemos permitir que requisitos que no se mencionan en la Biblia estorben en el proceso de comenzar miles de iglesias entre las multitudes que no conocen a Cristo. Por ende, la plantación de iglesias se puede definir como el esfuerzo de reunir a las personas que han creído en Cristo para que sean y
funcionen como el cuerpo de Cristo en su comunidad y puedan cumplir la Gran Comisión.
- Razones por las que debemos plantar iglesias
- Razones bíblicas
Las iglesias nuevas son más efectivas para hacer discípulos
Una de las razones primordiales para comenzar nuevas iglesias es que esta es la mejor manera de cumplir la Gran Comisión. Jesús dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mt. 28:18-20). Es importante ir a donde está la gente, enseñarles la Palabra de Dios y bautizarlos. Pero la meta final es que se conviertan en discípulos dedicados a Jesucristo. Debemos plantar iglesias porque es la forma más efectiva de cumplir la Gran Comisión.
Las iglesias nuevas contribuyen a testificar sobre el reino de Dios
Una segunda razón es que la plantación de iglesias contribuye a la extensión de la misión de proclamar el reino de Dios. Jesús dijo: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mr. 1:15).
Se necesitan iglesias en muchas comunidades, iglesias que practiquen las enseñanzas del reino y lo anuncien a otros. Las nuevas congregaciones contribuyen a testificar sobre el dominio de Dios en la tierra.
Las iglesias nuevas contribuyen a la expansión del pueblo de Dios
Cuando Pablo menciona que el evangelio es tanto para judíos como griegos (Ro. 1:16), está declarando que el evangelio es universal. Al establecer nuevas congregaciones, los grupos que alguna vez fueron excluidos o ignorados pueden ser alcanzados con el evangelio de Jesucristo.
Las iglesias nuevas proclaman un mensaje relevante
La estrategia misionera del apóstol Pablo tuvo en cuenta la gran diversidad cultural, lingüística, filosófica
y religiosa de los grupos que quería alcanzar con el evangelio. En la sinagoga de Antioquía, por ejemplo, le habló a su audiencia judía sobre los patriarcas, los profetas y las profecías, y presentó a Cristo como el cumplimiento de esas profecías (Hch. 13). Por otro lado, en Atenas, no mencionó a los patriarcas judíos sino que habló sobre Dios como creador de toda la humanidad. Allí utilizó el ejemplo del “dios no conocido” de los atenienses para hablarles sobre el verdadero Dios (Hch. 17).
Debido a la gran diversidad de idiomas, culturas, estilos de vida y niveles socioeconómicos no es sorprendente que distintas personas prefieran estilos muy diferentes de adoración, comunicación, liderazgo y predicación. Cuando la plantación de iglesias toma en cuenta la estrategia de contextualización del apóstol Pablo, hay mayor
respuesta al evangelio y se ganan muchas personas para Cristo.
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