Autor: Amaro Rodríguez García
El ministerio y la trayectoria ministerial de David Grams permite considerarlo como una estrella de primera magnitud en el firmamento del cristianismo evangélico hispanoamericano. Mentor, líder pionero, educador por excelencia, pastor, misionero, escritor y consejero. Una bendición referente para quienes hemos tenido el privilegio de conocerle y ser impactados con su vida.
Sin duda alguna, al día de hoy, la historia y el liderazgo de la Iglesia Evangélica en Latinoamérica sería muy distinta sin la presencia y ministerio del misionero Grams. Un hombre de Dios, verdadero regalo del cielo. Hablar de él es referirse a una verdadera institución.
En febrero de 1962, tuve el privilegio de conocerle personalmente en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en el histórico seminario para líderes y docentes de Institutos Bíblicos. El entonces Director del Instituto Bíblico Rio de la Plata (I.B.R.P.), Verne A. Warner me invitó para asistir al mencionado seminario, viajando con mi pasaporte español, vestido de negro y con mi cuello clerical. Fue a pocos días que en Buenos Aires había renunciado a mi sacerdocio católico y aceptado a Jesucristo como el Salvador y Señor personal de mi vida.
Desde aquel primer encuentro, junto con mi familia, hemos disfrutado de una entrañable amistad. Siempre teñida por mi parte de genuina admiración y sincero aprecio a nuestro querido David Grams. Singular y maravilloso hombre de Dios.
Lo fue así, junto con su primera esposa, Betty Jane, con la que vivió 51 años hasta que el Señor la llevó a su presencia. Formaron una hermosa familia auténticamente levítica, en el altiplano de La Paz, Bolivia, en donde fueron pioneros de la obra. Sus tres hijos, MonaRé, Raquel y Rocky, junto con sus cónyuges; han seguido con fidelidad las huellas de su padre y maestro, con un lindo ministerio de bendición en diferentes países.
Del año 1970 al 77, los esposos Grams fijaron su residencia en Buenos Aires. Fueron los Directores del I.B.R.P. en nuestro tiempo y tuvimos por varios años la oportunidad de disfrutar de las enseñanzas de la hermana Betty Jane como profesora. En los intervalos, cuando David Grams regresaba de sus seminarios de ISUM en los distintos países de Hispanoamérica, recibíamos la bendición de su excelente ministerio de predicación y enseñanza, además de su amistad. Aún recuerdo algunos mensajes que hicieron impacto en los oyentes: Is.41:14-20.” “No temas, gusano de Jacob…yo te he puesto por trillo…”.
David Grams fue cofundador, junto con Verne A. Warner, de la prestigiosa institución educativa Instituto de Superación Ministerial (I.S.U.M.) y la Facultad de Teología ambulante. Han contribuido al adiestramiento y superación de cientos de pastores y líderes en toda Hispanoamérica.
El plan de estudios de I.S.U.M. consta de varios periodos de clases presenciales, con tareas y actividades extra clase, que el estudiante debe cumpliir oportunamente. En el año 1968 se celebró el primer seminario de I.S.U.M. en nuestro I.B.R.P. en Lomas de Zamora, al que tuve el privilegio de asistir, terminando posteriormente sus estudios.
En la década de los 80, coincidimos con el hermano David Grams en San José de Costa Rica en lo que se llamó “La mesa de las Américas”. Un congreso de alto nivel, al que asistieron pastores y líderes ejecutivos de las Asambleas de Dios de toda Latinoamérica. David Grams se destacó por su ministerio de inspiración y estímulo.
Después de varios años de soledad por la pérdida de su esposa Betty Jane, David Grams tomó la decisión de volver a encontrar el amor y formar una nueva familia. Contrajo matrimonio con la hermana Clemencia Brum, de Uruguay, que fuera misionera en África por varios años. Clemencia, de carácter equilibrada y personalidad agradable. Reconocida y aceptada por los hijos de David como “La primera dama”. Ha sabido sacar a David de su soledad y traer a su vida apoyo, ayuda y consuelo, por compartir con él los últimos 20 años y atendiéndole con verdadera solicitud hasta en sus últimos momentos.
Clemencia tiene un hermano, Federico, que vive en Palma de Mallorca y es miembro de nuestra Iglesia. Esta circunstancia explica que en varias oportunidades David y Clemencia nos han visitado aquí en Palma. Nos permitié gozar de su fino humor, renovar nuestra amistad y seguir disfrutando de su precioso ministerio de predicación en nuestra Iglesia. Cuyo pastor es nuestro hijo Daniel, con su esposa Noemí.
David Grams como Pablo, ha sabido pelear con éxito la buena batalla, ha acabado la carrera con gozo y ha guardado la fe con fidelidad. Se anticipo a la corona de justicia que le entregará el Señor Jesús. Y como dice Dan.12:3. “Los entendidos resplandecerán con el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como estrellas a perpetua eternidad”. No me cabe duda que a su llegada al cielo hayan salido a recibir a David Grams, no solamente los ángeles, sino los cientos de queridos hermanos que fueron alcanzados y bendecidos por su vida y ministerio.
¡Gracias, querido David Grams, por la luminosa estela de tu vida, por el precioso legado que nos has dejado y por el desafío incuestionable a una vida plena al servicio, obediencia y fidelidad en el cumplimiento del diseño de Dios para nuestras vidas! Agradezco sinceramente la oportunidad de escribir estas líneas en memoria de nuestro querido hermano Monroe David Grams, ya en la presencia del Señor desde el 31 de julio pasado.
Recuperado de https://conozca.org/?p=5177