Una Nueva Temporada – Informe

Autor: Familia Vega

Hay algo que todavía estoy asimilando y son las diferentes temporadas.

Estaba acostumbrada a que llegue Septiembre y con este mes la primavera, pero aquí no es así, porque comienza el otoño, y el inicio de las clases (todavía se esta definiendo como se llevará a cabo si es de manera presencial, semipresencial u online). Las temporadas son al revés de lo que estamos acostumbrados en Argentina.

En cuanto, a nuestra adaptación, estamos asimilando el clima seco, la altura, las colinas del pueblo, lo digo, no porque no me guste, me encanta, sino que me refiero que el proceso de adaptación también pasa por adaptarse a los cambios de clima. Les escribe alguien que viene del clima húmedo de la llanura pampeana a la sierra norte de Madrid. Sabemos que poquito a poco nos iremos adaptando a las nuevas temporadas.

Estos últimos meses, estuvimos un poco ausentes, y queremos contarles el motivo.

Durante todo el mes de Julio pasado estuve estudiando de manera online ISUM (Instituto de Superación Ministerial) en El Salvador. Había unas ocho horas de diferencia, así que mi horario de clases era de las 16hs hasta las 22hs hora España. Fue todo un desafío, pero también una alegría terminar el último seminario de mi Licenciatura en Teología. Ha sido un tiempo intensivo y de mucho crecimiento en las clases y con mis compañeros de curso.

Gaby no se detuvo, siguió adelante con todo. Haciendo los devocionales, preparando las clases, enseñando, y predicando en la iglesia que apoyamos en San Agustin del Guadalix. Aunque no estamos confinados, todavía no podemos realizar reuniones presenciales porque en nuestro pueblo no se permiten reuniones de más de diez personas por los rebrotes de covid, así que seguimos con nuestras reuniones online por ZOOM.

El proceso de adaptación requiere de tiempo, y uno debe ser consciente de eso para poder atravesarlo lo más llevadero posible, aunque debo confesarles que no está siendo nada fácil porque no podemos relacionarnos con muchas personas. Si aprovechamos para conocer a nuestros vecinos pero es difícil en estos tiempos y, ustedes entienden y mucho de esto, porque están confinados desde Marzo.

En uno de esos días difíciles, hablamos con un querido amigo, y nos dijo algo que nos alentó muchísimo: “Aún cuando todo se detuvo, ustedes siguieron avanzando”. Sabemos que esto no es mérito propio, la verdad es que sin Dios delante nuestro, no podríamos haber alcanzado nada.

Podría contarles de tantas cosas que hacemos y hacemos, pero también es bueno que puedan conocer quienes somos y como nos sentimos durante estos primeros siete meses en la sierra norte de Madrid.

Quiero terminar y despedirme recordando esto: Dios estuvo, está y estará siempre con nosotros y con cada uno de ustedes. Esa es nuestra confianza.

Les envío un fuerte abrazo, aunque haya distanciamiento social, porque si hay algo que no tenemos prohibido es amar. Sigamos amando!

Con amor para cada uno de nuestros lectores.

Familia Vega – Misioneros en España