“PASTORES” ESTRELLAS EN LAS MANOS DE JESÚS

Por José Luis Vena

 “El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro; las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias” (Apocalipsis 1.20).

¡La labor pastoral excede lo imaginado! Los Pastores son las “ESTRELLAS” en las manos de Jesús.

Y a su vez, sabemos que el Señor Jesús se mueve en medio de las congregaciones, todos aquellos que Él añadió y sigue añadiendo a Su Iglesia. El Señor las describe como “CANDELEROS” por cuanto irradian luz en medio de un mundo en tinieblas.

Apocalipsis es la revelación de los últimos tiempos. Es muy signi?cativo observar el capítulo uno cuando el Señor resucitado se revela a Juan. El que apoyaba su cabeza en el pecho de Jesús no pudo soportar Su gloria y majestad, y al verlo cayó como muerto a sus pies. El Señor se reveló a Su amado discípulo porque tenía una tarea que encomendarle: Escribir a los “ángeles” (Pastores) de las siete Iglesias.

Observar con detenimiento el desarrollo del libro es útil y muy oportuno. La distribución de estos dos capítulos nos ayuda a entender el rol de los Pastores y de las Iglesias locales. El Señor se revela a Juan, y surge la pregunta: ¿Por qué el mensaje a los Pastores de las siete Iglesias? Especialmente por lo que sigue, desde el capítulo cuatro en adelante, todo lo que acontecerá en el futuro de este mundo y en la eternidad.

El Señor resucitó victorioso. Esa es la introducción de Apocalipsis. A partir de la manifestación de la persona del Hijo lleno de gloria, le sigue un espacio que describe el lugar predominante y único que ocupan los Pastores. ¿Por qué le dedica el Señor Jesús una atención tan marcada?

Porque:

  • Los Pastores son los que el Señor estima como importantes y responsables de las Iglesias locales
  • La vida de los santos, su salud espiritual y santidad, depende de la tarea de los Pastores. La entrega, el cuidado de la sana doctrina y cómo éstos ministran a sus congregaciones, se ve re?ejado en la conducta de los santos.
  • La mención y descripción que hace el Señor Jesús de cada Iglesia los ubica en el plan de salvación. Esto indica que ningún ministro del evangelio puede atribuirse el derecho de hacer lo que quiere, sino que deben cuidar las leyes espirituales que tienen que regir la vida de los creyentes.
  • Cada una de las Iglesias mencionadas re?ejan la condición de vida que hoy viven muchas congregaciones: En  primer  lugar,  están  las  que  son  ?eles  y  se  han  esforzado  por  trabajar arduamente por amor del Señor, pero perdieron el primer amor, o sea, el sentido de sus vidas a la luz del nuevo nacimiento y como Cuerpo de Cristo; siguen aquellas otras con un bajo per?l de sí mismas, muy distinto al sentir del Señor Jesús, porque Él les dice que no son pobres sino ricas, y las exhorta a ser ?eles hasta el ?n; en tercer lugar, hay congregaciones que moran donde está el trono de Satanás, y están infestadas por falsas doctrinas que Dios aborrece, y advierte que vendrá contra ellos con la espada de Su boca si no hay arrepentimiento; las siguientes congregaciones son las que han dado espacio a espíritus mentirosos que seducen y engañan a los que viven livianamente en el pecado y viven engañados porque creen que logran descubrir las profundidades del pensamiento, y no son otra cosa que profundidades de Satanás; en quinto lugar están aquellas congregaciones que tienen nombre de que están vivas sin saber que hay muerte en ellos por cuanto sus obras son malas; aunque tienen algunos entre ellos que son ?eles; en sexto lugar se destacan las que son ?eles y a quienes el Señor se revela diciendo que tiene la llave de David y que abrió puerta delante de ellos, aunque Él sabe que no tienen mucha fuerza pero guardaron la Palabra y no negaron Su nombre, éstas son guardadas aun en los  momentos  de  prueba  las  más  difíciles  que  vienen  sobre  la  tierra;  y  por  último,  hay congregaciones que viven sin de?nición espiritual, ni frías ni calientes, sino que son tibias a las cuales el Señor vomitará de Su boca, porque se sienten ricas, pero no conocen las verdaderas riquezas en Dios.
  • Todas estas Iglesias tienen cosas que examinar, pero en todos los casos, la misericordia del Señor es grande porque les hace saber que Él tiene grandes promesas si se arrepienten. El “arrepentimiento” es clave; volverse al Señor de corazón, guardar la doctrina del evangelio anunciado, eliminar lo nocivo y pecaminoso, y valorar el poder de la vida que proviene de Él es maravilloso, milagroso y glorioso.
  • Este procedimiento en las Iglesias locales en la obra de santi?cación, es vital. El último mensaje indica el punto de transición por cuanto el Señor anuncia que Él está sentado en Su trono y Su anhelo es compartirlo son los Suyos y que se sienten así como Él se sentó con el Padre celestial en Su trono.
  • A partir de estos dos capítulos se abren los cielos para ver lo que acontece con el Señor en Su gloria. Los acontecimientos que se sucederán a partir de estos capítulos sacudirán la tierra, el cielo, y la exaltación del Señor Jesucristo con Su Iglesia no tiene precedente alguno.

El Apocalipsis o el Libro de las Revelaciones tiene un contenido eterno. Las Iglesias locales en la faz de la tierra son el paso obligado de los santos, y conforme a la FE y los frutos que den, así será el nivel de recompensa y exaltación junto con el Señor.

Los Pastores son personas claves para que los santos lleguen a ser participantes de las glorias que están preparadas para los ?eles. No es simple ni intranscendente la tarea y función de los Pastores. Son indispensables y necesarios por amor a la Iglesia del Señor Jesucristo. Es preciso que todos los Pastores se examinen a la luz de la Palabra del Señor bajo la guía del Espíritu Santo para discernir y reconocer qué cosas pueden afectarlos: Actitudes incorrectas, intereses personales que los mueven a tener un comportamiento no correcto, una conducta que está regida por criterios humanos y doctrinas que han abrazado a través de tiempo y que no corresponden con el Nuevo Hombre.

La sana doctrina no es opcional.  Siempre se responde a una doctrina como dice la Palabra: “diferentes doctrinas”, “doctrinas de error”, “doctrinas de hombres”, “doctrinas de demonios”; pero el Señor exhorta a abrazar y ser ?eles y ?rmes con la “DOCTRINA DEL SEÑOR JESÚS”.

Pastores, cuán grande es la honra que tenemos de ser las “estrellas” en las manos del Señor. Los ojos del Señor velan por la vida de los santos, pero Él le habla a los Pastores. Ahí estamos todos nosotros.

Oigamos lo que dice el Espíritu. Apreciemos lo que ya tenemos y demos gracias a Dios por ello. Plantemos nuevas Iglesias locales, levantemos Pastores sanos y llenos del Espíritu Santo, y cuidemos la sana doctrina.

Los cielos se abren para recibir al Señor cuando venga a buscar a Su Iglesia. Que nos halle en el centro de Su voluntad y agrademos al Señor con nuestras vidas y con nuestro ministerio por la Amada, porque esta es nuestra prioridad en la vida.