A TODOS LOS MINISTRO DE LA U.A.D.:
¡Fueron impactantes los primeros meses de este año, al estar proclamando el lema como asociación proclamado en la Convención Nacional: “DESTINADOS A CRECER”! De tantas ciudades y provincias llegaron noticias maravillosas de cómo una vez más, se cumplía lo que relata el Evangelista Marcos en el capítulo 16, versículo 20: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.”
En el año 1961, cuando llegué a la iglesia Emanuel de Villa Ballester tuve el privilegio de conocer nuestra querida fraternidad, la UAD. Una de las realidades que me impactaron en aquellos días fue la pasión que pude ver en las Iglesias que pude conocer, en las confraternidades de jóvenes que pude participar. Pasión por las almas perdidas. Esa expresión que escribió el evangelista Marcos: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes…” era una realidad cada semana. ¡Cuántos testimonios se escuchaban, no solamente de las almas que llegaban a conocer a Jesucristo, sino también de las personas que eran sanadas por un toque sobrenatural del Espíritu Santo! Y a través de las décadas, he podido ver que uno de los versículos más conocidos en nuestras filas era y es Hechos de los Apóstoles 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venidos sobre vosotros el Espíritu Santo, Y ME SERÉIS TESTIGOS…” Hoy, después de algunas décadas de caminar juntos, de cometer más de alguna “locura por amor a Jesucristo”, tengo que decir: “Bienaventurado todo Ministros y toda Iglesia que ha mantenido ese fuego por las almas perdidas”.
Y qué decir de las así denominadas “Conferencias de Diciembre” que se llevaban a cabo en las instalaciones del famoso I.B.R.P. ¡Qué tiempos de madrugada en la capilla para buscar a Dios! A los jóvenes nos ubicaban en el “balcón de la capilla”. De noche nos costaba conciliar el sueño y a las 6 de la mañana no podíamos dormir por los “guerreros” que doblaban sus rodillas, intercediendo por las familias y por la obra. ¡Cómo no íbamos a volver con un fuego renovado, para seguir firmes en el frente! Cantábamos en el 1962: “Ensancha el sitio de tu cabaña, en la Argentina hay lugar, para que Cristo sea predicado y conocido de mar a mar”.
Y hoy, no podemos dejar creer que estamos “DESTINADOS A CRECER”. Por tal motivo, en nombre del Consejo Directivo Nacional de la Unión de las Asambleas de Dios de la Argentina, extendemos a toda la gran familia de nuestra fraternidad la cordial invitación para asistir a la Convención Nacional Anual, que se llevará a cabo en la ciudad de rosario, los días 5 al 8 de noviembre del corriente año, en el Auditorio Metropolitano. Adjuntamos toda la información referente a este gran evento en el siguiente link: http://www.uad.org.ar/v02/?page_id=2935 . Les recordamos que es un deber de todo aquel que ha sido reconocido como ministro de nuestra fraternidad, estar presentes en las Convenciones de la misma. De más está decir, que como siempre debemos orar por esos días y llegar al lugar de la Convención, con un corazón deseoso de bendecir a todos los hermanos, ser bendecido e incentivado para seguir con todo entusiasmo la tarea que el Espíritu Santa ha recomendado a cada uno.
Sabemos que estamos “DESTINADOS A CRECER” por misericordia y gracia del Señor. La visión de seguir plantando Iglesias en todo el país debe ser una realidad. Esos días, ayudarán a ampliarla y fortalecerla. Ya está abierta la inscripción y nadie debería dejar de hacer la suya, dejándola para ultimo momento. Recuerde: serán días de gloria y nadie debería perder la oportunidad de asistir. ¡Le esperamos!
Por el Consejo Directivo Nacional de las Asambleas de Dios de la Argentina, le saluda muy atentamente.
Enrique Walter Strohschein, Presidente Nacional.