Por Walter Serantes
Una persona INTEGRA es aquella que está completa, no alcanzada por el mal o la corrupción, intacto, entero, pleno, con la pureza original. 2ºSamuel 12 nos presenta la defensa de un líder INTEGRO que llega al final de sus días manteniendo intacta e intachable su conducta, por eso Samuel puede enfrentarse al pueblo y decir: “Pueden acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quien he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acúsenme, y pagaré lo que corresponda.”
En contraposición lo había precedido un sacerdocio impío formado por Elí y sus corruptos hijos, conformista, no confrontativo, pesado y viejo… y la lámpara de Dios se estaba apagando.
Los íntegros no pueden robar bueyes, ni desear aquello que otros tengan. Vivimos en un tiempo donde los celos hacen que muchos deseen alcanzar el estilo de ministerio de otros, imitan y copian. También hay quienes se satisfacen en ofender, CUIDADO debemos guardarnos de esto. Se siembra PREJUICIO entre nosotros, mientras el Señor nos llama a ser íntegros en todo. Podemos decir acúsenme: “Si he tomado cohecho, soborno, si he entrado en este proceso de corrupción”; la integridad reclama limpieza de manos y actitudes. Tengamos cuidado, no debemos confabularnos con alguien para destruir a nuestro hermano/a, por el contrario tenemos que amarnos y ayudarnos. Seamos íntegros para tener el favor de Dios Prov. 19: 9 y ser protegidos Salmo 37: 18