Debemos prepararnos para el crecimiento

Pr. Daniel González

“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar”. Marcos 2.22

Para crecer y entrar en etapas nuevas debemos estar preparados, ya que muchas crisis se producen, no por lo nuevo, sino por la falta de preparación para recibirlo.

El vino nuevo:

En lo emocional, estar preparados para comenzar una relación sentimental.

En lo familiar, estar preparados para recibir a los hijos.

En lo económico, estar preparados para administrar mayores recursos.

En lo profesional, estar preparados para responsabilidades mayores.

Este vino requerirá de un odre nuevo para que pueda ser aprovechado y, además, para que no rompa el odre viejo.

El odre nuevo:

Sanidad emocional y amplitud para compartir.

Matrimonio bien consolidado.

Dominio propio y establecimiento de prioridades.

Disciplina en la organización y excelencia en la ejecución.

Este odre debe ser preparado antes de que llegue el vino nuevo, para alejar toda crisis de tu vida y no entrar en conflicto a causa de las bendiciones.

Necesitamos entender que el odre de hoy sirvió para el vino actual, y que el vino nuevo requerirá de un odre nuevo.

Yo bendigo tu vida con preparación para recibir lo nuevo de Dios, y que esto sea para bendición y no haya crisis por falta de preparación.

Recuperado de:https://renacer.ar/blog/prepararnos-crecimiento/

5 Cosas que tus hijos necesitan escuchar de ti

Por: Marco Barrientos

  1. Te Amo Incondicionalmente

Nuestros hijos deben saber que no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos más, y no hay nada que pudieran hacer que nos causara amarlos menos.
La manera más eficaz de ensenarle el amor de Dios a nuestros hijos es demostrándolo.

2. NO ERES PERFECTO

Vivimos en un mundo donde cada persona tiene su propia plataforma. Entre las redes sociales y la comunicación constante es fácil que nuestros hijos sean alagados o despreciados por multitudes. Debemos ser una dosis constante de realidad. La perfección humana no existe. El hecho de que tengan miles de seguidores en su cuenta de Twitter no significa que son mejor que los demás. De igual manera, el no ser popular no significa que valen menos.

3. ERES ÚNICO

Recuérdales que aunque no son perfectos, si son únicos. La presión y el deseo de ser aceptado es algo que todos sentimos. La habilidad de aceptarse a sí mismo, e ir contra la corriente cuando es necesario, es aprendida.

4. Tu Vida Tiene Propósito

Nuestros hijos necesitan ser reafirmados a cualquier edad. Cuando son pequeños comienzan a evaluar lo que quieren lograr en su vida, y cuando llegan a ser adultos los retos de la vida seguramente llegaran. Que entre la abundancia de menajes que recibe tu hijo, el tuyo sea el más fuerte.

5. ESPERO LO MEJOR DE TI

Espera lo mejor de tus hijos en cada etapa de la vida, y en toda circunstancia. Sin compararlos con los demás, y sin devaluar sus habilidades. Cuando triunfan, y cuando fracasan, que tu animo los impulse hacia adelante.

SERVIR”, LA PALABRA CLAVE PARA TU MATRIMONIO

Por: Larry Stockstill
“¡¿Qué te pensás que soy, tu sirviente?!”
Creo que he escuchado esa frase cientos de veces como un reclamo brutal entre esposos en la consejería matrimonial. Y sin embargo, Pablo usó ese término refiriéndose nada más y nada menos que a Jesús: “Jesús se despojó de sí mismo, tomando forma de siervo” (Fil. 2: 7).
“Siervo” significaba que Cristo dejó a un lado la gloria del cielo para venir y dar su vida por nosotros. Significaba que vivía todos los días en la tierra para los demás. Significaba que Dios le “poseía” y que había renunciado a sus derechos personales.
¿Cómo podemos aplicar esta increíble verdad acerca de Cristo a nuestros matrimonios?
PUEDO MORIR A MI AGENDA Y AMBICIÓN EGOÍSTA.
Seamos realistas: se trata principalmente de que “se haga mi voluntad”. Nos despertamos y pasamos todo el día cumpliendo NUESTRA voluntad. “No solo no estoy particularmente interesado en tu agenda, no te interpongas en la mía”.
¿Y si mi voluntad te ayudara a lograr la tuya? El amor verdadero es cuando mi voluntad ha pasado a un segundo plano y pongo tu voluntad (agenda, objetivos y propósitos) primero. ¡Imagínese si dos personas en un matrimonio estuvieran haciendo eso, todo el día, el uno por el otro!
TE CONSIDERO MÁS IMPORTANTE QUE YO.
Eres importante. Eres lo suficientemente importante como para que te escuche con atención. Eres lo suficientemente importante como para que me dé cuenta de todas tus necesidades. Eres lo suficientemente importante para que yo diga palabras que te eleven y te mantengan positivo. Tu importancia, tu desarrollo, tu carrera, tu salud, tu diversión… todo sobre ti es muy importante para mí. En lugar de deshonrarte y despreciarte, te trataré como a la realeza, un VIP, una celebridad mucho más importante que yo.
QUIERO CONOCER TUS INTERESES.
En nuestras duras conversaciones, quiero escuchar tus intereses y ayudarte a alcanzarlos.
La gente pelea y discute sobre cuestiones y opiniones. Discuten sobre quién tiene la culpa después de los fracasos. Discuten sobre roles y atacan identidades. Todo eso no nos lleva a ninguna parte.
Busquemos escuchar sus “intereses”. Detrás de los gritos y las rabietas, ¿qué está tratando de decir que necesita pero que no puede obtener? Descubra sus intereses. SIRVE a tu cónyuge ayudándolo a poseer eso que desea.
YO ME SOMETO A TI Y TÚ TE SOMETES A MÍ.
“Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo” Efesios 5:21 NVI
Este versículo es un prefacio de la enseñanza de Pablo sobre los roles de los esposos y las esposas. Fue muy claro en esos roles. Sin embargo, mantener esos roles solo ocurre cuando ambas partes están mutuamente dispuestas a ceder ante la otra.
Trabajamos juntos. Nos preferimos el uno al otro. Compartimos responsabilidades. No nos dominamos ni nos controlamos. Somos coherederos de Cristo. ¿Ves la diferencia que hace cuando dejamos de lado nuestras posiciones, ambiciones y privilegios y buscamos servir a nuestro socio?
Hagamos de este un año de “servicio”:
Ayudemos a nuestro cónyuge a alcanzar sus objetivos.
Honrémoslo como importante y un “VIP”.
Dejemos de discutir y escuchemos sus intereses.
Sometámonos el uno al otro como a Cristo.
“SIERVO”: QUÉ DIFERENCIA PUEDE HACER UNA PALABRA.

7 Reglas para tener un buen desacuerdo

Por: Larry Stockstill

 La vida personal del pastor

Nuestra sociedad se ha salido de control. La civilidad, la cortesía y el honor están desapareciendo. La ira, el desprecio y la falta de respeto se han convertido en la norma a la hora compartir nuestros diferentes puntos de vista sobre un tema, sea político, social o relacionado a la fe. Estas son mis 7 reglas para poder tener un buen desacuerdo:

  1. ESCUCHAR. Si dejo de escuchar, la lucha está en marcha e interpreto cada frase a través de mi filtro de malentendidos. Debemos procurar entender lo que la otra persona está queriendo explicar. Démosle a la persona con la que no estamos de acuerdo tres oraciones por cada una que nosotros hablemos. . Eso significa que usted estará concentrado en escuchar y comprender en lugar de luchar.
  2. MIRAR. Mire a la persona a los ojos. Los ojos son las ventanas del alma. Los ojos de su interlocutor comunicarán su enojo, dolor, miedo u orgullo. Pero cuando sus ojos se encuentren con los de usted, podrán ver su comportamiento tranquilo y afectuoso (¡si lo tiene!). Usted puede, literalmente, calmarlo con ojos que nunca muestran enojo o miedo.
  3. ACUERDO. ¿Hay algo en lo que pueda estar de acuerdo? ¿Incluso un pequeño punto? Empiece por ahí. Casi nunca alguien está 100% equivocado. La persona con la que mantiene su debate está tratando de comunicarle una inquietud, incluso si lo hace en la forma incorrecta. Si usted escucha con atención y oye una declaración verdadera, coméntela inmediatamente. Construya una humanidad en común antes de construir una opinión en común.
  4. VOLUMEN. Baje el volumen. Las palabras fuertes inflaman las emociones de “lucha o huye”. Cuando intencionalmente baja el volumen, el tono de su interlocutor bajará también. En algunas discusiones, intencionalmente he llegado a casi un susurro y he observado el efecto inmediato que esto tiene en el otro. ¡Inténtelo!
  5. REPETIR. Cuando repetimos las últimas palabras de una oración crítica, inmediatamente la persona que tenemos delante se da cuenta de que la estamos escuchando. Elija una oración de importancia e inserte esto: “Entonces, lo que estoy oyendo decir es ___________”. Cada vez que haga eso, convencerá a la persona con quien debate que usted está realmente interesado en su punto de vista. Después de varias veces de repetir, pregúntele si ahora le permitiría a usted responder.
  6. HONOR. Muchos desacuerdos no son por cuestiones, sino por deshonra. Cuando una persona siente que está siendo “abatida”, reacciona. Cuando su personalidad, raza, género, creencia religiosa, situación financiera o condición educativa son menospreciadas, la respuesta natural es la lucha. Mire más allá del exterior y vea a una persona a la imagen de Dios. Ellos merecen respeto. Ellos merecen ser escuchados. Pedro lo dijo de esta manera: “Honra a todos los hombres”.
  7. DEJAR. Si nada de lo anterior funciona, váyase. Es difícil tener una discusión con uno mismo. Aléjese y no se de vuelta. No amenace con irse frunciendo el ceño o haciendo un gesto. Sólo váyase y espere un mejor momento para llevar adelante dicha discusión. Dígale a la otra persona que lo llamará más tarde. Ninguna discusión se resuelve cuando una de las partes está incoherentemente enojada.

Los problemas que tenemos en nuestra sociedad son enormes. Hay múltiples puntos de vista. Podemos ganar una discusión y perder a un prójimo. Tranquilicémonos. La violencia física, los insultos, las discrepancias en las redes sociales, el ataque a personas en restaurantes, etc, todo eso es para personas que no tienen control civil y, por lo tanto, no contribuyen. Que nuestra actitud siempre sea “Te amo”. Ahora, aprendamos a poder estar en desacuerdo.

HIJOS APARTADOS: LA TRISTEZA DE RAQUEL SE TORNA EN ALEGRIA

Por: Juan Masalyka

 La familia pastoral

Así dice el Señor: “Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!” Jeremías 31:15

El Profeta Jeremías recibió una revelación del pasado histórico: el cuadro de una madre levantándose de su tumba y llorando por su descendencia al ver su destrucción. El gemido de Raquel es el gemido de millones de padres que claman por sus hijos alrededor del mundo.

Sin embargo, veamos lo que dice el Señor en los versículos 16 y 17: “Reprime tu llanto, las lágrimas de tus ojos, pues tus obras tendrán su recompensa; tus hijos volverán del país enemigo (…) Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria…”

DIOS OYÓ EL LLANTO DE RAQUEL:

Ella fue una mujer de sufrimiento. No podía concebir hijos y pidió que Dios le quitara esa afrenta. Cuando José nació, hizo otro pedido: Que el Señor le añadiera otro hijo. Dios le respondió y, en un trabajoso parto, murió llamando a su pequeño Benoni: “hijo de mi tristeza”. Jacob no aceptó ese nombre y lo cambió por Benjamín: “hijo de mi felicidad”.

“….un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto”: Ramá era el lugar de concentración de los cautivos, jóvenes encadenados que salían a tierra extraña. Esa descendencia esparcida en el mundo no está desaparecida a los ojos de Dios. Ese llanto de Raquel se extiende hoy a millones de familias donde los padres ven cómo las drogas están arruinando a sus hijos y nietos.

“Se vislumbra esperanza en tu futuro”: Son casi audibles las palabras del Profeta para hoy: tus hijos volverán a su patria. ¡Regresarán! Hay recompensa por tu perseverancia en la oración, por seguir confiando. Llegará la hora de la restauración. Las promesas de Dios son fieles y, a su tiempo, Él las cumplirá. Como padres quisiéramos evitar las aflicciones de nuestros hijos pero estas pueden ser las cuerdas de amor que los atraerán hacia Él.

¿QUE NOS CORRESPONDE HACER A NOSOTROS?

Escuchemos al Profeta Jeremías: “Ponte señales en el camino, coloca marcas por donde pasaste, fíjate bien en el sendero. ¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades!” Jeremías 31: 21. Señales indicadoras, como en el tiempo de las caravanas, dejaban marcas en el desierto para no perderse. Es un lenguaje de ternura llamando al regreso, sin condenación, sin juicio. Los padres serán las marcas en el camino de retorno al hogar, a los brazos del Padre Celestial. Ellos serán las brújulas por las que los hijos volverán cuando todos les hayan dado las espaldas. Dios es el que tiene la iniciativa de salvación de los hijos de Raquel, en una nueva relación con El.

San Agustín, tan admirado por toda la Iglesia por su pensamiento cristiano, no siempre fue un santo. Cartago en aquellos tiempos era la atracción de los jóvenes, por los entretenimientos, diversiones y juegos. Allá fue Agustín a los 17 años. Encontró una amante, vivió en forma disipada y antes de los 20 años tuvo un hijo ilegitimo. Se relacionó con una secta sin límites morales, cayendo más bajo. En todos esos años, su madre Mónica, una fervorosa creyente en Cristo, no dejó de orar para que su hijo conociera a Dios de verdad. En sus confesiones, él la retrata como la madre espiritual que lo persiguió con sus oraciones, lágrimas y consejos.

La conversión de Agustín fue dramática. Un día, leyendo la carta a los Romanos, un rayo de luz traspasó su mente y su alma. Pasó de muerte a vida y en el año 391 fue ordenado como Obispo de Hipona (hoy Argelia). Mónica no pudo ver ese día pero su obra ya estaba terminada. ¿Qué hubiese pasado si Mónica no hubiese perseverado en oración?

CÓMO MOSTRARSE DE LA MEJOR MANERA CON SU PAREJA

Por: Alejandra y Osvaldo Carnival

 La familia pastoral

Qué bueno y agradable es ver parejas en las que ambos se cuidan y se preocupan por estar presentables y en forma, arreglándose para el otro. Muchas veces, luego de que se casan y pasan algunos años, alguno de los dos integrantes de la pareja comienza a descuidarse, ya no se arregla más, ya no se cuida. Se dejan de cuidar los detalles y ya no se muestran de la mejor manera. Esto no tiene que ver necesariamente con el dinero sino con el cuidado y la actitud.

En la Biblia hay una expresión muy interesante cuando se habla de nuestra relación con Dios. En el caso de haberla perdido, nos dice que la manera de recuperarla es “volver a hacer las primeras obras”. Volver a ese primer amor, a ese primer día cuando se conquistaron.

¿Cómo era ese príncipe, esa princesa que lo conquistó? Muéstrese de la mejor manera. Cuando la mujer tiene que esperar al marido, que lo haga de la mejor forma, aunque esté cansada. El hombre debe hacer lo mismo.

Conquistarse es algo mutuo. Aunque la imagen no es lo primordial, es algo importante porque logramos un equilibrio.

Aquí algunos consejos para mejorar la imagen personal:

  • -Vestimenta: Si le gusta ser muy creativo y llamativo, recuerde que para todo hay un lugar y un tiempo. Sea elegante.
  • -Higiene personal: El aseo y el cabello deben estar siempre en una buena condición. Es bueno dedicarle un tiempo en su rutina a una buena higiene. Que sea agradable abrazarlo y estar cerca suyo por cómo huele.
  • -Salud: Cuide su salud y así su imagen mejorará notablemente.
  • -Gestos: Si sabe cocinar, planifique una noche para prepararle algo que le guste comer y prepare la mesa a la luz de las velas.

Le guste o no, su imagen habla de su relación. ¿Le importa su relación? ¿Se nota su amor por su pareja?

CUATRO LECCIONES QUE APRENDÍ Y QUE TE HARÁN MEJOR PADRE

 Por: Larry Stockstill

Tengo seis hijos: cinco varones y una mujer. Ya tengo siete nietos y vienen más en camino. He estado criando chicos por más de 37 años. Creo que puedo ayudarlo si deseas ser un mejor padre.

Todo empieza con un padre. El mío murió hace poco, con 97 años de edad. Su vida, su ministerio y su legado son legendarios. Muchos de ustedes quizás no hayan tenido padres así, por lo que quisiera compartirles algunas lecciones que aprendí de él, y algunas otras que aprendí por mi cuenta sobre la crianza de los hijos.

  • 1.LOS CHICOS NECESITAN VALIDACIÓN
  • -Jesucristo mismo recibió validación. Cuando pasó por el bautismo de las aguas, su Padre apareció. Él le dio Su identidad: “Tu eres MI HIJO amado, en ti TENGO COMPLACENCIA” (Marcos 1.11)
  • -Todo hijo quiere que su padre esté presente, que le dedique tiempo exclusivo. Que esté con él en sus días especiales, y en sus malos momentos.
  • -Procure hablar bien de su hijo constantemente, dándole palabras de bendición y de aprobación.
  • -Oblíguese a pasar al menos 15 min. del día con cada uno de sus hijos en exclusividad, dedíquelo tiempo de calidad.
  • 2.LOS CHICOS NECESITAN LÍMITES
  • -Los límites son estructuras. Son señales en el camino. Hay elecciones, y hay consecuencias. Construyen personalidades seguras en nuestros hijos porque la vida es “predecible” (Si hago esto, sucederá esto).
  • -Sea claro con respecto a las reglas, los roles y las tareas. Establezca consecuencias claras respecto a las malas elecciones. Nunca pierda la calma al aplicar la disciplina. Simplemente refuerce la promesa de lo que sucederá en el caso de no obedecer las reglas.
  • 3.LOS CHICOS NECESITAN MENTOREO
  • -Mentoréelo en Rutina. Enséñele con el ejemplo cómo orar y leer la Biblia cada mañana. Demuéstrele cómo hacer los deberes diarios. Enséñele cómo ahorrar, cómo cuidar sus pertenencias, cómo dirigirse a los demás.
  • -Mentoréelo en Honra. Nunca tolere la deshonra. Enséñele cómo usted honra a su esposa y a sus padres. Recuérdele que no se tolerará en su casa ninguna deshonra, ni usted, ni a su madre ni a sus hermanos. Busque oportunidades para honrar a sus vecinos, amigos, a la gente necesitada. Y que sus hijos puedan ver su ejemplo.
  • -Mentoréelo en Logros. Dígales constantemente que son ganadores y líderes. Practique con ellos aquello que les interese. Demuéstreles con cada logro que consigan que son capaces de hacer lo que se propongan. Hágalos sentirse entusiasmados con el futuro y con la diferencia que harán en el mundo.
  • 4.LOS CHICOS NECESITAN ESPIRITUALIDAD
  • -Adoren juntos al Señor.
  • -Tómense el tiempo para orar antes de cada comida.
  • -Terminen el día con la lectura de la Palabra del Señor.
  • -Llévelos con usted a algún viaje de ministración o a alguna actividad misionera. Que sea una oportunidad de servir juntos.