LOS FRACASOS SON OPORTUNIDADES PARA CRECER

Por Osvaldo Carnival

La manera que enfrentemos el fracaso será determinante para alcanzar el destino que tenemos en esta vida.
Cuenta la historia que Sir Edmund Hillary, un alpinista y explorador neozelandés, que nació en 1919, varias veces trató de escalar el monte Everest y falló en todos sus intentos. Pero, en uno de esos ascensos en que no logró llegar a la cima, le sucedió algo muy interesante, se rebeló. Según ciertas versiones, luego de su intento fallido, Hillary parado al pie de la gran montaña, sacudió su puño cerrado y exclamó: “¡Te venceré! Porque tú no puedes ser más grande de lo que eres, pero yo todavía estoy creciendo”. De este modo y con esta idea, continuó su carrera de alpinista. No se desalentó, insistió, lo intentó nuevamente, y logró su cometido. El 29 de mayo de 1953, marcó un hito en la historia, se convirtió en el primer hombre que llegó a la cima del monte Everest.
Como en este relato, los problemas tienen un propósito en la vida. El hecho de no alcanzar una meta, de equivocarnos, de cometer errores, de haber sido protagonistas de una discusión, de haber sufrido algún desencuentro; todo esto tiene un propósito y es que logremos crecer por medio de ellos. Cuando no lo comprendemos de esta manera y nos instalamos en la queja o bajamos los brazos, se genera un propósito totalmente contrario. Los problemas, entonces, tienen la capacidad de matar nuestro entusiasmo y toda posibilidad de crecimiento, nos sentimos morir. Su efecto es negativo y devastador.
Pero, ellos, además de producirle amargura, resentimiento, odio, sentimientos de inferioridad, o de que nadie lo tiene en cuenta, también pueden ser generadores de crecimiento, de aprendizaje. Sin embargo, las contrariedades, las cosas negativas que le suceden en la vida pueden convertirse en positivas. Esto dependerá exclusivamente de la decisión que tome frente a los problemas: darse por vencido o bien seguir adelante al tratar de superarlos.
Levántese del fracaso
Los fracasos no son acontecimientos terminales, que marcan el fin de algo, a menos que se lo permitamos. Todo en la vida se aprovecha, y en particular lo que se malogra o no sale como esperábamos, porque tiene el propósito de ayudarnos a crecer. Por eso, es importante que lo vivamos así y no nos desmoralicemos. Hace un tiempo, hablaba con una persona que con mucha sinceridad abrió su corazón. En ese momento, tenía una mochila a su lado, la señaló y me dijo: “Osvaldo, yo tengo una bolsa llena de sueños rotos”. Esto me impactó profundamente, porque encontró las palabras justas para describir ese momento de la vida cuando uno de repente se detiene y dice: ”¡Cuánto dolor, cuánto fracaso!”.
Al respecto, el consagrado golfista Roberto De Vicenzo sostenía que “el golf no es apto para quienes tienen poca tolerancia al fracaso. La frustración puede ser constante e intensa. Por eso, muchos empresarios exitosos abandonan este deporte casi de inmediato”. Sepa que el fracaso no es el que lo moldea, sino la manera en la que reacciona frente a una derrota. Es decir, no es determinante en la vida de nadie, lo es la forma como se reacciona ante las circunstancias adversas. En el camino hacia el triunfo, siempre va a tener que detenerse inevitablemente en estaciones de fracaso.
A mí me gusta mucho leer biografías, me he sorprendido al enterarme que infinidad de personas exitosas, que triunfaron en la vida, han estado marcadas por profundos momentos de fracasos. Usted preguntará: “¿Cuál fue la virtud que les permitió triunfar?”. Quizás se lo atribuya a su inteligencia, algún talento innato o su capacidad. Temo decirle que no. La clave del triunfo estuvo en la actitud que tuvieron cuando todo se derrumbó a su alrededor, fueron personas que se atrevieron a levantarse en medio del fracaso.
Muchas veces esta sociedad, que se caracteriza por su alto grado de competitividad, nos hace sentir perdedores. En estas situaciones o momentos poco importa la opinión de los demás, lo importante es que no la tomemos como una verdad absoluta, que no la creamos a pie juntillas. Lo fundamental es que consideremos la apreciación del resto como algo irrelevante. De ninguna manera debemos conformarnos con ese criterio establecido, no nos tenemos que entregar. Pues siempre es posible aprender del fracaso, para poder levantarnos y seguir adelante.
Todo cambio se genera a través de la alteración de las actitudes y de los hábitos de pensamiento. Entonces, lo correcto será comenzar a buscar las modalidades más viables para que las cosas se puedan concretar, en vez de buscar las razones para explicar por qué no se pueden hacer.
La gente no fracasa porque no puede superar los obstáculos, sino porque se da por vencida. El mensaje crucial para el día de hoy es que tenemos que ser perseverantes. La perseverancia es el hábito de seguir adelante hasta alcanzar los objetivos. Mientras más tenaz e infatigable sea usted, mayor garantía de éxito tendrá. Así que no se dé por vencido jamás. Porque mientras haya vida, habrá perspectiva de triunfo.

 

Circular Octubre

A TODOS LOS MINISTRO DE LA U.A.D.:

¡Fueron impactantes los primeros meses de este año, al estar proclamando el lema como asociación proclamado en la Convención Nacional: “DESTINADOS A CRECER”! De tantas ciudades y provincias llegaron noticias maravillosas de cómo una vez más, se cumplía lo que relata el Evangelista Marcos en el capítulo 16, versículo 20: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.”

En el año 1961, cuando llegué a la iglesia Emanuel de Villa Ballester tuve el privilegio de conocer nuestra querida fraternidad, la UAD. Una de las realidades que me impactaron en aquellos días fue la pasión que pude ver en las Iglesias que pude conocer, en las confraternidades de jóvenes que pude participar. Pasión por las almas perdidas. Esa expresión que escribió el evangelista Marcos: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes…” era una realidad cada semana. ¡Cuántos testimonios se escuchaban, no solamente de las almas que llegaban a conocer a Jesucristo, sino también de las personas que eran sanadas por un toque sobrenatural del Espíritu Santo! Y a través de las décadas, he podido ver que uno de los versículos más conocidos en nuestras filas era y es Hechos de los Apóstoles 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venidos sobre vosotros el Espíritu Santo, Y ME SERÉIS TESTIGOS…” Hoy, después de algunas décadas de caminar juntos, de cometer más de alguna “locura por amor a Jesucristo”, tengo que decir: “Bienaventurado todo Ministros y toda Iglesia que ha mantenido ese fuego por las almas perdidas”.

Y qué decir de las así denominadas “Conferencias de Diciembre” que se llevaban a cabo en las instalaciones del famoso I.B.R.P. ¡Qué tiempos de madrugada en la capilla para buscar a Dios! A los jóvenes nos ubicaban en el “balcón de la capilla”. De noche nos costaba conciliar el sueño y a las 6 de la mañana no podíamos dormir por los “guerreros” que doblaban sus rodillas, intercediendo por las familias y por la obra. ¡Cómo no íbamos a volver con un fuego renovado, para seguir firmes en el frente! Cantábamos en el 1962: “Ensancha el sitio de tu cabaña, en la Argentina hay lugar, para que Cristo sea predicado y conocido de mar a mar”.

Y hoy, no podemos dejar creer que estamos “DESTINADOS A CRECER”. Por tal motivo, en nombre del Consejo Directivo Nacional de la Unión de las Asambleas de Dios de la Argentina, extendemos a toda la gran familia de nuestra fraternidad la cordial invitación para asistir a la Convención Nacional Anual, que se llevará a cabo en la ciudad de rosario, los días 5 al 8 de noviembre del corriente año, en el Auditorio Metropolitano. Adjuntamos toda la información referente a este gran evento en el siguiente link: http://www.uad.org.ar/v02/?page_id=2935 . Les recordamos que es un deber de todo aquel que ha sido reconocido como ministro de nuestra fraternidad, estar presentes en las Convenciones de la misma. De más está decir, que como siempre debemos orar por esos días y llegar al lugar de la Convención, con un corazón deseoso de bendecir a todos los hermanos, ser bendecido e incentivado para seguir con todo entusiasmo la tarea que el Espíritu Santa ha recomendado a cada uno.

Sabemos que estamos “DESTINADOS A CRECER” por misericordia y gracia del Señor. La visión de seguir plantando Iglesias en todo el país debe ser una realidad. Esos días, ayudarán a ampliarla y fortalecerla. Ya está abierta la inscripción y nadie debería dejar de hacer la suya, dejándola para ultimo momento. Recuerde: serán días de gloria y nadie debería perder la oportunidad de asistir. ¡Le esperamos!

Por el Consejo Directivo Nacional de las Asambleas de Dios de la Argentina, le saluda muy atentamente.

 

Enrique Walter Strohschein, Presidente Nacional.

CONTINUANDO NUESTRA LUCHA

Por Samuel Daniele

Ver a hombres y mujeres trasformados por el poder de Dios, ver sanidades y milagros que Dios hace, es más reconfortante que todo el dolor que uno pudiera experimentar. Ver al pecador perdonado, sonriendo, con esperanza, es la mejor paga que hombre alguno pudiera recibir.

Casi siempre, en las relaciones interpersonales, cuando las personas no se conocen y se encuentran por primera vez, al establecer una comunicación lo hacen con mucha cautela. Tanto en el ámbito pastoral como en el ámbito secular; aunque hay una pequeña gran diferencia, uno tiene que ver con valores espirituales y el otro con valores terrenales.

Y por cierto los resultados son diferentes: uno es eterno y permanente, el otro es temporal y pasajero. Solo que en esto de las relaciones, a veces, se sufren desilusiones de las que no se está exento tanto en lo uno como en lo otro.

El tema no es ese, el tema es como superar esta situación que no se pensó que pudiera suceder y por consiguiente el desánimo, sensación de fracaso, depresión. Debemos saber que estas cosas pueden suceder, y de hecho suceden, y ¿entonces?

Es aquí cuando nos damos cuenta que el estar sostenido por el Todopoderoso es lo que cuenta, no en vano encontramos en la palabra escrita, “La Santa Biblia”, pasajes que nos ayudan en esas situaciones.

En el evangelio San Mateo, un pasaje más que conocido, cap. 28 vers. 20, en la conclusión de la gran comisión dice: “he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

Esa sola frase nos tiene que ayudar cada día con las adversidades que se pudieran presentar. Cierto es que a veces la palabra no está en nuestra boca, mente y, mucho menos, en nuestro corazón, pero no por no estarlo carece de validez y eficacia.

Se habla mucho de la solidaridad, de la amistad, del compañerismo, del estar juntos, si, solo que cuando se buscan esos valores, en ocasiones, no se encuentran. Conociendo el Señor Dios la naturaleza del hombre, como hombre natural, nos anima a que confiemos en El, ya que El será la única salida, ayuda, amparo.

No en vano dice el Salmo que Él “es nuestro amparo y fortaleza nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”, si lo dice es porque tales cosas pueden existir o suceder. ¿Qué hacer? Es mirar el contenido de lo citado anteriormente y seguro que dará juntamente con el momento difícil la salida.

Mi apreciado consiervo, no es tiempo de mirar que me hizo y cómo responderé a tales acciones, es tiempo de mirar al que nos puso en su obra para hacer su obra y esto termina siendo un honroso privilegio. Privilegio que los ángeles desearían, más en la condición espiritual que ellos gozan, y sabiendo lo bueno que es, desean que otros también lo disfruten, pero no les es dado a ellos el anunciar el evangelio, solo a nosotros que entendemos lo que es el perdón y justificación por la gracia de Jesús, Redentor.

Estimado, ¿estás pensando que hacer, estás evaluando el mañana, estás pensando en dejarlo todo? Sugiero que antes de tomar una decisión lo medites, si medítalo, porque es más lo que ganamos que lo que perdemos, aun con todo lo que ello implica. Ver a hombres y mujeres trasformados por el poder de Dios, ver sanidades y milagros que Dios hace, es más reconfortante que todo el dolor que uno pudiera experimentar. Ver al pecador perdonado, sonriendo, con esperanza, es la mejor paga que hombre alguno pudiera recibir.

Claro todo tiene un costo, a Jesús le costó sufrir hasta la muerte misma y creo que, salvo aquellos que fueron los mártires de la historia de los primeros siglos y aun hoy, a ti y a mí, no nos ha tocado semejante situación. Estoy seguro, que son más los que gozan del beneficio del ministerio que Dios nos ha dado que el dejarlo todo por algunas adversidades que se presentan.

Nada es fácil, pero todo es posible, te animo a que sigas, no te detengas, hay mucho por hacer y tú eres parte importante en este hacer, Dios cuenta contigo y conmigo para una tarea que no es poca y donde los tiempos si son pocos, así que hay que aprovecharlos al máximo.

No pierdas el tiempo pensando en la situación de desánimo, recuerda que el desánimo, es el freno para el avance a cosas mayores. Si decimos que lo que vendrá, es mejor que lo que pasó, y esto basado en lo que el profeta dijo, animémonos en esta palabra que de seguro tanto tú como yo, las hemos oído más de una vez.

No importa el lugar donde estés, porque allí eres el más importante y nadie más que tú puede hacer lo que estás haciendo, no pienses que nadie te considera, solo debes saber una cosa que el gran YO SOY está de tu lado para sostenerte.

Qué más puedo agregar a tantas cosas dichas ya, solo que en esta tarea, la de dar a conocer al que nos amó, se sufre y se alegra, se llora y se ríe, pero por sobre todo, la satisfacción de ver los cambios no tiene precio y eso es lo que permanece.

Pasaran los años y alguien en algún lugar dirá “Gracias Dios por darte a conocer a través de tu obediente hijo”. Sirvan estas palabras para animarles, en medio de tantas luchas hay algo que permanece para siempre.

Un abrazo.

Referencia: http://www.cordialmentepxg.com/2013/09/16/continuando-nuestra-lucha/

LA LLAVE DEL ÉXITO

Por Enrique Strohschein

Sin duda alguna, todos los humanos tienen situaciones complicadas en sus vidas, a las que le dedican tiempo en sus mentes.

El problema se encuentra en el momento en que uno pasa más tiempo, de lo necesario, meditando en las preocupaciones. Las cuales llenan el corazón de miedo e incertidumbre. Una manera de evitar que ocurra esto, es meditar en la Palabra de Dios, que es donde uno encuentra respuesta a sus problemas y preocupaciones.

Los problemas tienden a crecer tanto que no permiten tener la adecuada concentración, o trabajar bien y en ocasiones ni siquiera dormir. Es entonces cuando hay que examinar al problema, porque tal vez, luce más grande de lo que realmente es.

Dios le dio al hombre una llave infalible para obtener la victoria sobre el problema, la cual es “someter el problema a la Palabra de Dios”.  De esta manera, Él nos sostiene en las situaciones adversas, haciendo que la vida no sea guiada por la “vista”, sino por la FE. La obediencia a Su palabra es la que abre las puertas de provisión, de la esperanza, del consuelo y de muchas otras bendiciones.

Es por ello, que los hijos de Dios tienen la capacidad de discernir lo que ocurre en su interior y en su alrededor, y puede enfrentar cualquier situación porque Él no deja a ninguno de ellos a la deriva. Cada uno recibe el valor necesario para enfrentar con perseverancia todo tipo de pruebas y no hundirse, sin importar cual sea el lugar. Dios siempre nos recordara lo que le dijo a Josué: “[…] Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley (esa es la llave)[…]harás prosperar tu camino, todo te saldrá bien (la puerta abierta)[…]” Josué 1:8

INTEGRIDAD

Por Walter Serantes

Una persona INTEGRA es aquella que está completa, no alcanzada por el mal o la corrupción, intacto, entero, pleno, con la pureza original. 2ºSamuel 12 nos presenta la defensa de un líder INTEGRO que llega al final de sus días manteniendo intacta e intachable su conducta, por eso Samuel puede enfrentarse al pueblo y decir: “Pueden acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quien he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acúsenme, y pagaré lo que corresponda.»

En contraposición lo había precedido un sacerdocio impío formado por Elí y sus corruptos hijos, conformista, no confrontativo, pesado y viejo… y la lámpara de Dios se estaba apagando.

Los íntegros no pueden robar bueyes, ni desear aquello que otros tengan. Vivimos en un tiempo donde los celos hacen que muchos deseen alcanzar el estilo de ministerio de otros, imitan y copian. También hay quienes se satisfacen en ofender, CUIDADO debemos guardarnos de esto. Se siembra PREJUICIO entre nosotros, mientras el Señor nos llama a ser íntegros en todo. Podemos decir acúsenme: “Si he tomado cohecho, soborno, si he entrado en este proceso de corrupción”; la integridad reclama limpieza de manos y actitudes. Tengamos cuidado, no debemos confabularnos con alguien para destruir a nuestro hermano/a, por el contrario tenemos que amarnos y ayudarnos. Seamos íntegros para tener el favor de Dios Prov. 19: 9 y ser protegidos Salmo 37: 18

DE ESTA MANERA CORRO

Por Enrique Strohschein.

La disciplina del corredor

El triunfo en la vida cristiana se alcanza con paciencia y disciplina. No es lo mismo participar en una carrera de velocidad que en una carrera de fondo. Mientras que las carreras de velocidad requieren una reacción explosiva y momentánea, de parte del corredor; en las carreras de fondo se precisa de gran resistencia, coordinación y mucha paciencia.

La vida en Cristo es, sin duda, una carrera de fondo y con obstáculos. Así como un corredor planifica cuidadosamente, cada hijo de Dios, también debe hacerlo. Este debe despojarse de cualquier peso extra o pecado que le impida tener libertad de movimiento. Debe ejercitarse en la paciencia, la cual le permite ir paso a paso, sin desesperación; sin apresuramientos o impulsos. Por último, debe fijar la mirada en el ejemplo de Jesús, quien soportó todas las dificultades, sin dejar de vislumbrar el triunfo gozoso que lograría al final. Por eso, en lugar de estar mirando a los problemas, debe dirigir la mirada al Señor, quien dejó su propia vida como ejemplo de victoria e integridad.

Por eso podemos decir que el éxito de un atleta no depende únicamente de su talento, sino que también incluye sus destrezas físicas y mentales, las cuales se encuentran en constante ejercitación. También así, en la carrera cristiana se requiere una gran disciplina.

¡El creyente no corre la carrera sin un propósito o una meta! Los cristianos que han avanzado en su trayectoria espiritual lo han logrado porque se han disciplinado y han llegado a dejar que el Espíritu Santo guíe sus vidas. La disciplina espiritual es esencial para la carrera que tiene por delante, sin ella no habrá triunfo. Todo corredor debe abstenerse de muchas cosas para obtener la aptitud y la fuerza de ganar la carrera. ¿De qué debe abstenerse en la carrera cristiana? ¿Qué cosas debe dejar para correr más ligeramente? Pasatiempos exagerados, trabajo duro sin propósito definido, escaso descanso y poca búsqueda del Señor, hará que a la corta o a la larga la carrera se torne pesada y desgastante.

El cristiano puede avanzar y llegar a la meta que tiene al frente desestimando todo lo que estorbe y sea molesto al crecimiento de su alma. El enemigo intentará derribar al creyente y traerlo al lugar donde este abandone la carrera y quede descalificado. La carrera se corre legítimamente, como dice 2°Timoteo 2:5, “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.” Cuando uno corre legítimamente la carrera cristiana uno se abstiene de todas las cosas que podrían detenerle, o peor, descalificarlo. La legitimidad de dicha carrera también tiene que ver con el “fair play” cristiano, es decir, el juego limpio, sin atajos, ni “avivadas” cristianas, sin medias verdades y tampoco haciendo las cosas sólo por cumplir, sino correr con todas las fuerzas y ganas que vienen del Señor. Es verdad que nadie corre para ser descalificado, ¡Todos corren para ganar! Pero todo va depender de qué manera uno corre la carrera. Dios tiene una gran recompensa para todos aquellos que se disciplinan y se sujetan a las reglas y los mandamientos que Dios nos ha dado. ¡Solo de esta manera el seguidor de Cristo obtendrá una corona incorruptible!

 

Referencia: http://iglesiaemanuelballester.org/2017/07/09/esta-manera-corro/

 

EL PROPÓSITO DE LA GLORIA DE DIOS

Por Osvaldo Carnival

Marcos 9:2 “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo”.

Jesús los lleva aparte a un monte alto, aquí vemos lo que Jesús quiere: pasar tiempo con nosotros.
Desde que experimenté la presencia de Dios nació en mí un deseo de buscar más. Quise más de Dios, anhelaba más, quería conocerle, deseaba crecer, aprender lo que más podía de su Palabra y poder experimentar el toque de su presencia.

Jesús quiere ser un amigo real cada día.
La Palabra dice que lo hicieron solos y a un monte alto. Jesús quería manifestarse y también lo quiere hacer cuando nos tomamos tiempo para estar con Él.
Uno de los tiempos es venir al culto, estamos aparte, conociendo más de Él.
Vemos que subieron a un monte y esto tiene un sentido figurado que habla de encontrarse con Dios. Moisés subió a recibir las tablas de la Ley. Cada vez que alguien quería encontrarse con Dios, subía a un monte y esto hace Jesús con sus discípulos. Siempre cuesta subir. Todo lo que vale, cuesta más de lo común.

Al subir al monte tendremos otra perspectiva de lo que nos sucede. Cuando permanecemos en el barro de lo que pasa todos los días, nuestra visión es limitada. Al tener otra perspectiva encontramos que lo que parecía grande, desde arriba se ve pequeño. Vemos la vida como la ve Dios.
La manifestación de Dios siempre traerá una revelación. Subir al monte hará que cambiemos rotundamente. En el monte nos encontramos con nuestro Padre.
Muchas veces necesitamos encontrarnos con Dios para enfrentar cualquier problema de la vida. Si lo buscamos, Él nos dará todo lo necesario para crecer ante la adversidad. Allí encontramos sanidad.

La función del padre es afirmar al hijo. Si lo maltrata lo reprime pero que distinto es hablar desde el amor, desde el cariño. Lo afirma como persona. Y cuando vamos al monte, a la presencia de Dios, también encontramos amor, abrazo, palabra de afirmación y mucho más. De allí salimos fortalecidos. Dios no es un padre ausente, Él siempre responderá.
Debemos saber que al que debo mirar es a Jesús. Antes aparecieron Elías y Moisés. La Biblia esta repleta de personas llenas de Dios pero nuestra mirada debe estar puesta en Jesús. Así debe ser; en lo que único en lo que debemos concentrarnos es en Jesús. Nuestro mensaje debe ser Jesús. No hables de religión, del Pastor o de la doctrina porque la gente quiere a Jesús. Cuando Jesús está, la unción se manifiesta. Hay milagros.
Al descender del monte se encuentran con otra historia

Marcos 9:14-20 “Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?. Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, les dijo ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos”.

Lo interesante es que Jesús se manifiesta en el monte y al bajar se encuentran a los discípulos que discuten con los religiosos por una situación de un endemoniado. Los discípulos habían intelectualizado el evangelio. Estudiaron todo para hablar. Mientras ellos hablaban el endemoniado seguía allí y Jesús da un gran mensaje: el evangelio no son palabras, no es intelectualidad, sino que es Poder de Dios.
En una oportunidad, cuando era chico, en casa teníamos un ventilador y lo quise tocar y me dio una patada que me tiró al piso. Fue mi encuentro con la electricidad.
Uno tiene la experiencia con la electricidad, pero no es un técnico eléctrico o un matriculado. Ellos pueden darte una clase de electricidad, pero yo podría decir no entiendo mucho de esto, pero yo tuve una experiencia.
Muchos tienen el evangelio en la mente, en el conocimiento, pero no conocen la Gracia, el perdón, la restauración, no tuvieron una experiencia práctica. Eso es lo que quiere Cristo, que vivamos un evangelio de experiencias y no de intelectualidad.

El gran secreto del evangelio no es lo que sabemos, sino lo que vivimos.
No necesitamos saber si o si sobre el origen de la misericordia, sino que necesitamos encontrarnos con esa bendición de Dios. Así también con la Gracia de Dios. Debemos experimentarlo. Debemos vivir los principios espirituales.
Te pueden dar cátedra sobre el perdón, pero lo más importante es practicarlo.
Satanás vino a matar, hurtar y destruir, ese es su objetivo, y querrá destruir lo que Dios hizo en tu vida. Lo que le pasaba al endemoniado quería auto destruirse. Así lo quiere hacer el diablo, pero sabemos que Cristo vino a darnos vida y vida en abundancia.

Marcos 9:20 dice: “… y se lo trajeron”.
Cuando vos no puedas con algo, lleváselo a Jesucristo. Él es poderoso. Muchas veces después de una gran victoria el diablo querrá destruirte pero es allí donde debes estar fuerte para reprenderlo y evitar que te robe la bendición de Dios. Pone todo en las manos de Dios.

Marcos 9:20 dice: “… cuando vio a Jesús”.
Todo lo que suceda debe ver a Jesús. Todo lo que emprendas debe estar a la luz de Jesús; nuestras familias deben girar alrededor de Jesús, nuestra forma de ser debe mirar a Jesús. Así los demonios huirán. No podrán tolerar la presencia de Jesús.

Marcos 9:19 dice: “Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo”.

Hay momentos que Dios espera que actuemos según la revelación que tenemos de Él. Aquí Jesús esperaba que los discípulos actúen según lo que habían visto que Él hacía.
¿Cuánta revelación tenes de Jesús? ¿Actuamos de esa forma, hablamos así?.
Debemos ver su Gloria manifestarse en medio nuestro con Poder.

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